top of page

NOCIONES PRIMARIAS DE GEOPOLÍTICA

  • Héctor Balmaceda Sunderland
  • 6 jul 2016
  • 7 Min. de lectura

"La vida social, económica y política de un Estado tiene una inmediata relación con las condiciones de su suelo."

–Andrés Serra Rojas

De la Geografía Humana surge un campo de estudio llamado Geografía Política (junto con la Geografía Económica y la Geografía Cultural), el cual se aplica para entender y comprender todos aquellos asuntos políticos de un Estado con respecto a su inmediato ámbito espacial.

El desempeño del Estado como organismo geográfico, o la interacción de éste con el territorio subyacente y con el adyacente, es materia de competencia de esta rama de la Geografía Humana.

La Geografía Política fue la disciplina que los geógrafos diseñaron para explicar las atribuciones y funciones de los Estados, según el espacio geográfico de su territorio y en contraste con la división política del planeta (frente y en comparación a otros Estados).

Para esta disciplina, la forma en que está dividido el espacio del planeta, determina las estructuras administrativas que las sociedades han formado para aprovechar el suelo en donde está ubicado su Estado.

Otras acepciones de Geografía Política y su campo de estudio:

  • Lo concerniente en cuanto al medio físico y el sistema político.

  • La gestión gubernamental de los manas (recursos, bondades, ventajas y riquezas).

  • La influencia geográfica sobre los hechos políticos.

  • Las relaciones entre la tierra y sus riquezas con la organización política de un Estado.

  • La influencia del espacio geográfico sobre el Estado y su accionar.

  • La relación de las condiciones terrestres y los desarrollos políticos.

  • La fundación de instituciones, organismos y órganos del gobierno (de un Estado) de acuerdo al territorio nacional.

De la Geografía Política se desprende la Geopolítica, rama que el conspicuo sociólogo y politólogo sueco, Rudolf Kjellen, estableció al retomar los estudios que la Geografía Política había arrojado a la luz y creó el término, el cual, en sus propias palabras es “(...) la doctrina del Estado considerado como un organismo geográfico o un fenómeno espacial”.

El geógrafo francés Yves Lacoste la definió como “(...) la disciplina que estudia las rivalidades por los territorios, países y continentes”.

En otras palabras, la Geopolítica es –para el que escribe– la disciplina (académica) consagrada a estudiar el impacto y las repercusiones de las decisiones en un determinado espacio geográfico, así como las causas de estos efectos.

También es considerada como la disciplina que estudia la posición de los Estados con respecto a otros, así como la evaluación de la gestión de las riquezas y recursos naturales.

Con todo lo anterior, es posible afirmar que la Geopolítica (como práctica académica) estudia el desarrollo de políticas relacionadas al ámbito espacial y sus efectos sobre dicho territorio; y que la geopolítica (praxis geopolítica), preñada de preceptos filosóficos e ideológicos, es una herramienta interpretativa y de dominación. Sin embargo, el concepto ha crecido y sus connotaciones, en consecuencia.

De ser una disciplina meramente académica, se transformó en una doctrina que analistas, intelectuales, intelectuales orgánicos, estadistas y hombres de Estado han empleado para despertar aspiraciones y alimentar delirios y pretensiones en pos de nuevas adquisiciones territoriales, de recursos y de ciertos espacios geográficos.

Ambas geopolíticas (disciplina académica y praxis, que para efectos del presente texto, se sugiere conjugarlas en un mismo término: «quehacer geopolítico») experimentaron un auge en el siglo pasado (S. XX), toda vez que, al tiempo que la disciplina académica se ha nutrido teóricamente, la otra se ha fortalecido para justificar y legitimar actos diplomáticos de gran envergadura.

La geopolítica, como praxis, como fórmula de trayectorias y directrices de ambiciones, tiene varias acepciones, de las cueles se pueden destacar:

  • Causalidades y consecuencias de la planificación de políticas con respecto a las condiciones geográficas de un espacio objetivo.

  • La interacción de las decisiones del ser humano en relación con la tierra que habita o desea habitar.

  • La posición de los Estados con respecto a otros y los esfuerzos para acceder a posiciones superiores en la escala mundial del poder.

  • Las necesidades por cubrir y el establecimiento de objetivos a seguir, así como la determinación de estrategias y tácticas para alcanzarlos (en las cuestiones de tierras y recursos naturales).

  • Otorga el saber estratégico de las condiciones y disposiciones espaciales, así como la consecución de políticas civiles o militares.

  • El uso del espacio geográfico para la formulación de la política interior y de la política exterior de los Estados.

  • Los aspectos geográficos en las relaciones exteriores de los Estados.

  • La interpretación de las relaciones espaciales exteriores de los Estados.

Es importante señalar que la praxis geopolítica tiene sus niveles de aplicación, o por llamarlo así, ámbitos de competencia, que van desde lo local o lo nacional, hasta el internacional (que involucra lo global).

Éste último, a su vez, puede ser entre territorios nacionales colindantes, regionales, hemisféricos o continentales. Por ende, la praxis geopolítica puede ser local, nacional, regional, continental, hemisférica, inclusive global; dependiendo de la proyección del actor respecto a sus pretensiones.

También es significativo mencionar que la geopolítica, como Nicholas Spykman afirmaba, no es estática y por lo contrario, es cambiante, coyuntural, está en constante transformación.

Todo depende del paradigma al que se desee hacer alusión: del grupo en el poder del Estado, autor de su propia geopolítica; de la teoría geopolítica y acontecimiento que emerja de las relaciones internacionales; de la reconfiguración de Complejo Relacional Internacional o simplemente; de las prioridades sobre uso del espacio geográfico, dependiendo del tipo de sociedad al que se refiera.

Por tanto, la búsqueda por el progresivo control, y hasta absoluto dominio de territorios, ha conducido a la planeación y ejecución de políticas para proyectar el poder y voluntad de los Estados (léase Poder de Estado, o capacidad de obrar en comparación con la otros Estados de la Sociedad Internacional o facultad del Estado para hacer valer su presencia allende las fronteras) en tierra, mar, aire y espacio ultraterrestre.

Los diversos postulados geopolíticos versan en aspiraciones imperialistas o en designios que un Estado depara para otro y su concepción descansa en la misión o destino que una potencia debe asumir para consagrarse superior ante otras entidades que pugnan por el poder en el planeta.

Para poder comprender el papel de la Geopolítica y la praxis en las relaciones interestatales, es posible recurrir a las siguientes premisas de corte realista:

  1. Los Estados son organismos autárquicos, autónomos e independientes en un anárquico Complejo Relacional Internacional que apenas posee un incipiente desarrollo de su regulación jurídica.

  2. Encontrándose desprovistos de una superestructura o gobierno global que regule las relaciones interestatales, los Estados deben buscar mutuamente el equilibrio de poder tanto en tiempos y espacios de paz, como de guerra.

  3. Es pues que la Geopolítica, disciplina académica y doctrina, se ocupa de valorar los espacios geográficos y transformarlos en variables de análisis para la formulación de política exterior, como herramienta de acercamiento a la Política Internacional y como enfoque en la revisión de la Política Mundial.

  4. De ahí que las teorías y modelos geopolíticos surjan para explicar e impulsar la posición, el poder y la situación de los Estados con respecto a otros, y siempre con los alcances y limitaciones del espacio ocupado.

  5. Para, en lo sucesivo, diseñar y desplegar estrategias en o en varias palestras internacionales.

La praxis geopolítica está predeterminada por el Poder Nacional y el Poder de Estado, debido a que se requiere de una adecuada administración de los recursos y su asertiva canalización allende las fronteras para lograr seguir las directrices planteadas y elaborar, si se requiere, nuevos planes.

A continuación y a manera de cierre, algunas de las escuelas de pensamiento geopolítico básicas:

  • La escuela alemana.- es organicista al considerar al Estado como un organismo que se expande, es determinista porque enaltece las cualidades de los pueblos germánicos y exhorta al pangermanismo como fuerza dominante en el planeta.

  • La escuela estadounidense.- de corte economista, toda vez que la extensión territorial estadounidense no se limita al territorio nacional ni al extraterritorial; se dará por la influencia económica y es ultraterritorialista al sugerir la defensa de los intereses estadounidenses en territorio extranjero.

  • La escuela francesa.- instrumentista al señalar que el desarrollo de la geopolítica se revoluciona con los avances tecnológicos y la consecuente adaptación y manipulación del medio.

  • La escuela inglesa.- se enarbola imperialista y dualista, debido al dominio del planeta por mar y tierra.

  • La escuela rusa.- la cual establece como ejes temáticos la cooperación y el conflicto[1] entre las regiones de interacción inmediata al Estado ruso:

  1. La corriente idealista-internacionalista que enarbola la aproximación y la cooperación entre el Estado ruso y Occidente.

  2. La corriente realista que maneja una confrontación abierta del Estado ruso hacia Occidente y la cual privilegia el conflicto como esencial para el ascenso del Estado en la escala de poder mundial. Se divide a su vez en: 1) realista-defensiva que punga por compartir el tutelaje de la Paz y Seguridad Internacionales con Occidente, así como un condominio mundial y; 2) la realista-agresiva la cual señala a Occidente como hostil ante los intereses rusos y hace un llamamiento por la restauración de una federación de Estados-nación.

  3. La corriente eurasiática: la cual insiste en que el Estado ruso debe de buscar la cooperación con su entorno inmediato para la solución de problemas, tanto internos como comunes y buscar aliados contrahegemónicos, formando un bloque Oriente.

  4. El expansionismo revolucionario: se insta a que Rusia expanda su influencia en Eurasia por medio del paneslavismo y haciendo uso de las doctrinas radicales de su política exterior para ampliar la seguridad rusa más allá de los Estados sucesores de la URSS, revirtiendo a Europa como cabeza de playa contra Estados Unidos, en vez de ser este continente una cabeza de puente estadounidense en Eurasia. Todo esto bajo la óptica de un sistema aún bipolar, con una visión de la dinámica conflictiva de los diálogos entre Atlantistas y Eurasiáticos. Se recapitula esta corriente con la premisa de la expansión del imperio como solución a la supervivencia rusa.

  • Las escuelas latinoamericanas: exponen visiones y propuestas de geopolíticos argentinos, brasileños y chilenos, la cuales conciben al quehacer geopolítico como una herramienta de consolidación de «fronteras interiores», concepto que refiere al afianzamiento del poder interno del Estado con base en la optimización de sus funciones y considerando su territorio como campo de oportunidades.


 
 
 

Comments


ÚLTIMAS BRÚJULAS
ARCHIVO
BUSCA POR TEMAS
bottom of page